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1. El centro de la cabeza

    Presión mental e inspiración

    Preguntas, dudas y confusión

    En la parte superior del Cuerpo Gráfico se encuentra el Centro de la Cabeza, vinculado a la presión mental entendida como inspiración. Su opuesto es el Centro de la Raíz, relacionado con el estrés. Esta presión no está diseñada para la acción, sino que impulsa la actividad mental: el deseo de comprender, reflexionar y encontrar sentido a lo que vivimos.

    Esta inspiración viaja desde la Cabeza hacia el Centro Ajna, donde se conceptualiza, y finalmente se comunica a través del Centro de la Garganta. Esta presión nutre tanto nuestras preguntas cotidianas como los interrogantes profundos sobre la existencia. Es una forma de absorber información del campo de consciencia.

    Correlación biológica

    El Centro de la Cabeza se asocia con la glándula pineal, que regula el flujo de información entre el neocórtex y las áreas grises del cerebro. Más del 90 % de nuestra actividad mental sucede en estas áreas, donde lo inconsciente filtra la experiencia acumulada, generando preguntas que buscan sentido y comprensión.


    Las puertas del centro de la cabeza

    Estas tres puertas representan distintos modos en los que la presión mental se expresa. Cada una apunta hacia un tiempo psicológico (pasado, presente, futuro) y tiene una cualidad específica:

    PuertaNombre simbólicoTipo de presiónDescripción
    64Antes de concluir
    <em>La puerta de la Confusión</em>
    Presión abstractaPara encontrar el sentido del pasado y resolver el caos y la confusión.
    61La verdad interior
    <em>La puerta del Misterio</em>
    Presión mutativaPara saber algo nuevo, comprender misterios y lo incognoscible.
    63Después de concluir
    <em>La puerta de la Duda</em>
    Presión lógicaPara encontrar patrones a través de la duda; buscar la lógica o un nuevo patrón.
    (En esta parte toca que busques en tu diseño que puertas tenes activas en el Centro de la Cabeza)

    El centro de la cabeza definido

    30 % de la población

    Quienes tienen este centro definido experimentan una presión mental constante para comprender. Tienen una forma fija de pensar e inspiran a quienes tienen este centro sin definir. Su mente no tiene energía motriz, por lo que no está diseñada para llevar sus ideas directamente a la acción.

    Si confían en su Estrategia y esperan el momento adecuado para compartir sus ideas, pueden convertirse en grandes fuentes de inspiración. De lo contrario, pueden sufrir ansiedad o decisiones apresuradas. El desafío es no actuar desde la presión, sino aceptar que la claridad llega con tiempo.

    El centro de la cabeza sin definir

    70 % de la población

    Estas personas no tienen una forma consistente de procesar mentalmente la información. Amplifican la presión mental ajena y pueden perderse en pensamientos que no les pertenecen, afectando su toma de decisiones. Si siguen esta presión, pueden sentirse abrumadas por confusión o dudas que no son suyas.

    Su potencial es convertirse en grandes reflejos del pensamiento colectivo, sabiendo discernir qué inspiración es genuina y cuál es distracción. El secreto está en observar sus pensamientos sin identificarse con ellos, y guiarse por su Autoridad para saber en qué enfocarse.


    El centro de la cabeza completamente abierto

    Quienes no tienen ninguna puerta activada no poseen una forma congénita de reconocer lo inspirador. En un mundo lleno de estímulos, pueden sentirse perdidos o desconectarse del pensamiento, temiendo incluso usar su intelecto.

    Pueden ser influenciables o fácilmente distraídos, pero si permiten que la presión mental los atraviese sin identificarse, desarrollan una gran sensibilidad. Esta apertura puede llevarlos a discernir qué es verdaderamente inspirador, comprendiendo a los demás con profundidad.

    La cháchara del no-ser del centro de la cabeza sin definir

    La mente del no-ser se expresa desde los centros sin definir, creando pensamientos compulsivos que buscan control mental. Ejemplos de estos diálogos internos:

    “Necesito encontrar algo inspirador.”
    “Tengo que encontrar respuestas a mis preguntas.”
    “¿Dónde puedo ir para entender esto?”
    “¿En qué debería estar pensando?”

    Reconocer esta cháchara es clave para el descondicionamiento. Solo así es posible liberar la mente del control y abrirse al verdadero potencial inspirador del Centro de la Cabeza.

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