Cuando no hay ningún centro definido, tenemos a un Reflector, cuya autoridad es Lunar y está determinada por el ciclo de 28 días de la Luna alrededor del Mandala, según va pasando por cada una de las 64 puertas.
Antes de tomar decisiones importantes, los Reflectores están diseñados para esperar que pase su patrón mensual, personal y consistente, de los tránsitos lunares, que se repite cada mes durante toda su vida. Si comprenden y siguen este patrón, pueden alcanzar la claridad en su proceso de toma de decisiones y disfrutar la constante sorpresa y deleite de la vida del Reflector. Si no respetan su ciclo lunar, pueden sufrir decepciones y malestar. Una de las claves para los Reflectores es no apresurarse y no dejar que el mundo les meta prisa.
Para los Reflectores es importante prestar atención al entorno, ya que lo reflejan. El núcleo del Reflector es su Centro G sin definir, y estar en el lugar correcto con las personas correctas es crucial para su bienestar.
- Si el entorno no les produce una buena impresión o no es sano, no se sentirán bien o estarán incómodos.
- A la inversa, si el entorno les da una buena impresión, se sentirán bien.
Además, los Reflectores deben tener asesores o confidentes fiables con los que hablar de cualquier situación o decisión potencial durante este ciclo. Oyéndose hablar a sí mismos a lo largo del tiempo, los Reflectores llegarán a saber dentro de sí, con una profunda sensación interna, qué decisión es correcta para ellos.
