Objetivo: devolver energías proyectadas sin absorberlas, sin atacar, sólo reflejar.
- Ponte en posición de calma. Visualiza un espejo grande y curvo frente a ti, de lado externo reflejante.
- Imagina que lo colocas en tu pecho, tu espalda o todo tu cuerpo, según donde sientas la influencia.
- Toda energía densa que venga hacia ti, rebota y vuelve a su origen sin daño. El espejo sólo refleja lo que no es tuyo.
- Observa cómo la persona o situación proyecta algo y ese algo simplemente se regresa. Tú permaneces en calma, observando.
- Siente que tu centro se mantiene fuerte y luminoso.
Recomendada en vínculos complicados o contextos donde hay juicio, crítica o presión exte